Siempre apunto.

domingo, 29 de abril de 2012

Always love.

Vives una vida dura.Una vida de trabajo que no da mucha prosperidad. Una vida amarga, con muchas desilusiones pero también muchas alegrías. Cumples los 65, edad perfecta. Te jubilas. Quedas libre de todo. Eres consciente que te queda poco por saborear este lugar llamado mundo.Poco en comparación con todo lo que has vivido. Aún así, tú cuerpo resurge como el de un adolescente. Vuelves a ser niño. A tener tiempo libre. Tienes ganas de vivir mil y una aventuras más.De visitar todos esos lugares del mundo que aún no has tenido la oportunidad de ver. De hacer mil y un coleccionables. De aficionarte a la pesca o a la caza. De leerte todos los libros de guerra que hay en el mundo. De fabricar una maqueta de avión. Pero ahora, que es cuando realmente puedes disfrutar de la vida, ahora que es cuando tienes más ganas de vivir que nunca, ahora empiezan las verdaderas complicaciones.   Mañanas de larga espera en una sala de espera de un hospital, para que te digan que no tu vista decae, para que te den un fajo de recetas médicas o para que te pongan un pequeño aparato en el oído.  Ahora que quieres dedicar todo tu tiempo a ella, miras hacia su sillón y no hay nada. Se ha ido. Ella también quiso emprender un viaje,pero sin tí. Y todavía no ha vuelto.De repente un niño entra por la puerta, va corriendo hacia ti y con su melodiosa voz te llama ''Abuelo''. Tu te avergüenzas, porque no lo reconoces. Entonces te cuentan que es tu nieto, ese nieto al que tu soñabas con sentarlo en tus rodillas y contarle todas las penurias y experiencias que has vivido en ese largo camino llamado vida. Sientes tristeza, porque sabes que no puedes contarle nada, esos recuerdos se han borrado de tu mente gracias a esa maldita enfermedad. Entonces tienes un leve recuerdo, una leve imagen, ella, cambiando los pañales a un bebé, a un bebé que a día de hoy tiene una voz grave y está estudiando una carrera. En la terapia te cuentan que tienes 4 hijos y 9 nietos. Supones que son los niños de la foto que está encima de la televisión, pero tu los miras a los que dicen ser ellos  en la actualidad y ves que están muy cambiados. El tiempo ha pasado. Tumbado en tu cama miras hacia el cielo y rezas, hablas con ella, sabes que te escucha. Le pides fuerza, fuerza para acabar con esa maldita enfermedad. Ella responde, la habitación se ilumina, todo es blanco, entonces lo recuerdas todo, ves todos y cada uno los capítulos de tu vida en milésimas de segundo. Y al final de esa blanca luz se encuentra ella, tan guapa como siempre, mostrando su preciosa sonrisa.Ella ha vuelto a por ti.

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